Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como https://orlandoqcbb763145.dailyhitblog.com/44050608/la-provocación-que-detonó-el-cabezazo-de-zidane